La filiación y la deidad de Jesús
A través de este trabajo, explicaremos la filiación de Jesús y su Deidad, utilizando el Antiguo y el Nuevo Testamento como fuentes principales. Comenzaremos desde el momento en que Dios envió a Moisés a los hijos de Israel bajo el nombre "Yo Soy". Esto se encuentra en el libro del Éxodo. Éxodo 3:14: "Y Dios dijo a Moisés: YO SOY EL QUE SOY. Y añadió: Así dirás a los hijos de Israel: YO SOY me ha enviado a vosotros". Dios se revela a Moisés como YO SOY (הָיָה (hāyâ)), el Dios Único y Todopoderoso, el mismo que interactuó con Abram en forma corporal.
APOLOGÉTICA
Leo Ramirez
8/20/202427 min leer
A través de este trabajo explicaremos la Filiación de Jesús y su Deidad utilizando el Antiguo y el Nuevo Testamento como fuentes principales.
Partiremos del punto donde Dios envió a Moisés a los hijos de Israel bajo el nombre “Yo Soy”. Esto se encuentra en el libro del Éxodo.
Éxodo 3:14
14 Entonces dijo Dios a Moisés: “Yo soy el que soy.” Y agregó: “Así dirás a los hijos de Israel: «El que es me ha enviado a vosotros.»”.
Dios se revela a Moisés como YO SOY (הָיָה (hāyâ)), este es el Dios Único y Todopoderoso, el mismo que interactuó con Abram en forma corporal.
Las Escrituras definen que “No hay otro dios fuera de Yahvé y nadie más salva excepto Él”, esto lo podemos encontrar en el libro de Deuteronomio y el libro de Oseas.
Deuteronomio 6:4
4 Oye, Israel: Yahvé, nuestro Dios, Yahvé es uno solo.
Oseas 13:4
4 Pero Yo soy Yahvé, tu Dios, desde la tierra de Egipto, y tú no has de reconocer a otro Dios fuera de Mí; no hay otro salvador sino Yo.
Algunos dirían que no hay rastro de Dios convirtiéndose en una persona materializada en el Antiguo Testamento mientras que otros defienden la idea de que Dios tomó forma humana, pero la verdad es que esta idea sobre Dios interactuando con otros en forma humana no es nueva y no comenzó con el cristianismo.
Al menos desde los tiempos del Segundo Templo hasta el siglo II d.C., hubo una enseñanza que no era una herejía entre los rabinos judíos. Esta enseñanza trataba sobre dos poderes en el cielo. Según el erudito rabínico Alan Segal, esta enseñanza se remonta al período del Segundo Templo (ca. 200 a. C.). Esta enseñanza se basó en lo que podemos encontrar en Daniel 7:9, Éxodo 23:20-23 y Éxodo 15:3, entre otros versículos. Esta idea dice que, para el israelita ortodoxo, YAHVÉ era soberano y bi-regente retratando a un YAHVÉ binitario, uno invisible, que es un espíritu mientras que el otro es visible, muchas veces en forma humana y ambos se pueden distinguir a veces en algún texto, mientras que en otras ocasiones no. También encontró que, bajo la época del Segundo Templo los escritores y eruditos judíos teorizaban sobre la identidad del segundo YAHVÉ, quien según mi conocimiento era la figura mesiánica. Esta idea fue prohibida en el siglo II d.C. porque algunos judíos y gentiles asociaron a Jesús con el segundo YAHVÉ, por lo que decidieron dejar de enseñar la idea de los dos poderes y la etiquetaron como herejía.
Entonces, como podemos ver, la tradición rabínica apoya la idea de un Segundo YAHVÉ y el Antiguo Testamento nos da información sobre una figura mesiánica. Por lo tanto, podemos ir al siguiente paso, cuando Dios reveló a través de Moisés que Él no solo enviará un Josué para guiar a los Israelitas a la tierra prometida, sino que también enviará un Mesías (un Salvador) y que Su Nombre estará en él. Cuando Dios dijo Mi Nombre (Shem Aní) estará en él, está revelando la Deidad en Su Mesías porque la esencia de Dios estará en esta persona y tenemos que recordar también que otro título dado a la Deidad es Ha'Shem (El Nombre), por lo tanto, El Nombre es la presencia, esencia y naturaleza de Dios, es decir que este Ángel Mesiánico (mensajero) tiene que ser tratado como Dios mismo.
Éxodo 23:21
21 Muéstrale reverencia y escucha su voz; no le irrites; porque no perdonará vuestras transgresiones, pues en él está mi Nombre.
“El Nombre” (Ha'Shem, que se traduce como ‘Dios’) está en el Mesías y Dios le dio al Mesías autoridad sobre toda la creación.
Salmo 110:1
1 Salmo de David. Oráculo de Yahvé a mi Señor: “Siéntate a mi diestra, hasta que Yo haga de tus enemigos el escabel de tus pies.”
Es evidente que Dios es uno en esencia, y es evidente también que la plenitud de Él habitará en la persona mesiánica. Otra cosa a considerar es que los profetas profetizaron acerca del Mesías como un siervo sufriente y su ministerio mesiánico fue profetizado más de quinientos años antes de Cristo.
Isaías 53
1 ¿Quién ha creído nuestro anuncio, y a quién ha sido revelado el brazo de Yahvé?
2 Pues creció delante de Él como un retoño, cual raíz en tierra árida; no tiene apariencia ni belleza para atraer nuestras miradas, ni aspecto para que nos agrade.
3 Es un (hombre) despreciado, el desecho de los hombres, varón de dolores y que sabe lo que es padecer; como alguien de quien uno aparta su rostro, le deshonramos y le desestimamos.
4 Él, en verdad, ha tomado sobre sí nuestras dolencias, ha cargado con nuestros dolores, y nosotros le reputamos como castigado, como herido por Dios y humillado.
5 Fue traspasado por nuestros pecados, quebrantado por nuestras culpas; el castigo, causa de nuestra paz, cayó sobre él, y a través de sus llagas hemos sido curados.
6 Éramos todos como ovejas errantes, seguimos cada cual nuestro propio camino; y Yahvé cargó sobre él la iniquidad de todos nosotros.
7 Fue maltratado, y se humilló, sin decir palabra como cordero que es llevado al matadero; como oveja que calla ante sus esquiladores, así él no abre la boca.
8 Fue arrebatado por un juicio injusto, sin que nadie pensara en su generación. Fue cortado de la tierra de los vivientes y herido por el crimen de mi pueblo.
9 Se le asignó sepultura entre los impíos, y en su muerte está con el rico, aunque no cometió injusticia, ni hubo engaño en su boca.
10 Yahvé quiso quebrantarle con sufrimientos; mas luego de ofrecer su vida en sacrificio por el pecado, verá descendencia y vivirá largos días, y la voluntad de Yahvé será cumplida por sus manos.
11 Verá (el fruto) de los tormentos de su alma, y quedara satisfecho. Mi siervo, el Justo, justificará a muchos por su doctrina, y cargará con las iniquidades de ellos.
12 Por esto le daré en herencia una gran muchedumbre, y repartirá los despojos con los fuertes, por cuanto entregó su vida a la muerte, y fue contado entre los facinerosos. Porque tomó sobre sí los pecados de muchos e intercedió por los transgresores.
En el libro de Zacarías tenemos otro detalle sobre el sufrimiento del Mesías y cómo esto se conecta con las afirmaciones de que el Mesías es Dios mismo...
Zacarías 12:10
10 Y derramaré sobre la casa de David, y sobre los habitantes de Jerusalén, espíritu de gracia y de oración y pondrán sus ojos en Mí, a quien traspasaron. Lo llorarán, como se llora al unigénito, y harán duelo amargo por él, como suele hacerse por el primogénito.
El texto dice: [A] mí, a quien traspasaron (Hebreo: Da'Karu)… ¿Cómo pueden traspasar a Dios si Él es inmaterial, si Él no tiene cuerpo? Esto sólo puede ser verdadero si Dios se hace carne, por lo tanto, el Mesías es Dios encarnado y el Redentor, el Salvador.
Otro detalle que podemos ver en las Escrituras acerca de que el Mesías es Dios es que la siguiente frase “Yo soy el primero y yo soy el último” se aplica exclusivamente a Dios.
Isaías 44:6
6 Así dice Yahvé, el rey de Israel, y su redentor, Yahvé de los ejércitos: “Yo soy el primero y el último; y fuera de Mí no hay dios alguno.
Si observamos más de cerca estas mismas palabras se usan refiriéndose al Mesías en el libro del Apocalipsis aludiendo a lo que hemos leído anteriormente en el libro de Isaías.
Apocalipsis 1:17
17 Cuando le vi, caí a sus pies como muerto; pero Él puso su diestra sobre mí y dijo: "No temas: Yo soy el primero y el último,
Apocalipsis 2:8
8 Al ángel de la Iglesia de Esmirna escríbele: "Estas cosas dice el primero y el último, el que estuvo muerto y volvió a la vida:
Apocalipsis 21:6
6 Y díjome: "Se han cumplido. Yo soy el Alfa y la Omega, el principio y el fin. Al que tenga sed Yo le daré gratuitamente de la fuente del agua de la vida.
Apocalipsis 22:13
13 Yo soy el Alfa y la Omega, el primero y el último, el principio y el fin.
¿Podemos obtener más información de las Escrituras de que el Mesías es Dios?
Daniel tuvo visiones sobre el Mesías y le dio el título de “Hijo del Hombre” (ben Enás)
Daniel 7:13–14
13 Seguía yo mirando en la visión nocturna, y he aquí que vino sobre las nubes del cielo Uno parecido a un hijo de hombre, el cual llegó al Anciano de días, y le presentaron delante de Él.
14 Y le fue dado el señorío, la gloria y el reino, y todos los pueblos y naciones y lenguas le sirvieron. Su señorío es un señorío eterno que jamás acabará, y su reino nunca será destruido.
El Hijo de Dios que también es Hijo del Hombre según Daniel, tiene la gloria, el dominio, un reino eterno e indestructible. En los evangelios, Jesús se refiere a sí mismo con el título de “Hijo del Hombre” y aquí es donde vamos a hablar de lo escrito por el profeta Isaías. Isaías profetizó sobre el nacimiento del Mesías el cual Dios dijo que se llamará Dios Fuerte (Hebreo: El Gibbor), por lo tanto, el Mesías es Dios encarnado, o sea, es la persona del Hijo de Dios y en el Antiguo y Nuevo Testamento nosotros Lo podemos encontrar bajo el nombre “La palabra de Dios”.
Isaías 9:6
6 Porque un Niño nos ha nacido, un Hijo nos ha sido dado, que lleva el imperio sobre sus hombros. Se llamará Maravilloso, Consejero, Dios poderoso, Padre de la eternidad, Príncipe de la paz.
Estos son los títulos o nombres que Dios le dio al Mesías, y si los analizamos, estos nombres sólo se pueden aplicar a Dios.
Dios también reveló al Mesías como la rama justa de David y dijo que se llamará ‘Adonai Tzidkenu’ (Adonai nuestra Justicia) – Este es otro título que se usa exclusivamente para Dios, por lo tanto, otra confirmación de que el Mesías es Dios.
Jeremías 23:6
6 En sus días Judá será salvo, e Israel habitará en paz, y el nombre con que será llamado, es éste: “Yahvé, justicia nuestra.”
Jeremías 33:16
16 En aquellos días Judá será salvo, y Jerusalén habitará en paz, y será llamada: «Yahvé, justicia nuestra».
Como podemos confirmar, hay mucha evidencia en el Antiguo Testamento acerca que la figura mesiánica era Dios encarnado. Ahora iremos al Nuevo Testamento para entender cómo la persona de Jesús (Yeshua) el Mesías es en realidad Dios hecho carne.
EN EL NUEVO TESTAMENTO
Juan habla de la Filiación y la Deidad de Jesús en el texto introductorio de su evangelio.
Juan 1:1
En el principio el Verbo era, y el Verbo era junto a Dios, y el Verbo era Dios.
Sé que hay mucha gente que afirma que Juan no habló de la deidad de Jesús, pero vayamos al idioma original y estudiemos lo que realmente dice.
Juan 1:1 (SBLGNT)
1.1 Ἐν ἀρχῇ ἦν ὁ λόγος, καὶ ὁ λόγος ἦν πρὸς τὸν θεόν, καὶ θεὸς ἦν ὁ λόγος.
Traducción literal:
En – comenzando – ser – la – palabra, – y – la – palabra – estar – con – el (acusativo masculino) – Dios -, y – Dios – ser – la – palabra.
Ahora que es evidente que el texto original dice explícitamente “La palabra es Dios”, podemos confirmar que Jesús (La Palabra) es coeterno y coexistente con el Padre, por lo tanto, siempre que encontramos en el Antiguo Testamento el título “la palabra de YAHVÉ” interactuando con los humanos como lo sería en forma corporal es la misma persona de la Deidad que en el Nuevo Testamento se hizo carne y es nuestro Señor y Salvador.
¿Crees que Jesús en alguna parte define que Él es eterno?
La respuesta es sí, usó el nombre de la deidad y usó el verbo “ser” en tiempo presente… “yo soy”, por lo tanto, esta es una combinación de su preexistencia y divinidad, es el mismo sobre quien leímos anteriormente en el libro del Éxodo 3:14.
Juan 8:58
58 Díjoles Jesús: "En verdad, en verdad os digo: Antes que Abrahán existiera, Yo soy".
En otro pasaje podemos encontrar a Jesús diciendo que estaba con el Padre antes de que el mundo fuera creado y compartía la misma gloria con Él.
Juan 17:1–5 (NVI)
1 Así habló Jesús. Después, levantando sus ojos al cielo, dijo: "Padre, la hora es llegada; glorifica a tu Hijo, para que tu Hijo te glorifique a Ti;
2 —conforme al señorío que le conferiste sobre todo el género humano— dando vida eterna a todos los que Tú le has dado.
3 Y la vida eterna es: que te conozcan a Ti, solo Dios verdadero, y a Jesucristo Enviado tuyo.
4 Yo te he glorificado a Ti sobre la tierra dando acabamiento a la obra que me confiaste para realizar.
5 Y ahora Tú, Padre, glorifícame a Mí junto a Ti mismo, con aquella gloria que en Ti tuve antes que el mundo existiese".
Jesús define que reveló al mundo al Padre, dijo que “tú eres el único Dios verdadero” hablando bajo su condición humana porque vino al mundo bajo la figura de un siervo (El siervo sufriente que leímos previamente en el libro de Isaías capítulo 53) Al mismo tiempo de afirmar esto, Jesús dijo que compartía la misma gloria con el Padre y que existía antes de que el mundo fuera creado, por lo que esto implica su deidad, porque compartía la misma gloria con el Padre y él existió eternamente.
En el Salmo 86:8 dice que no hay nadie que pueda parecerse o ser como Dios entre los dioses y según el Salmo 89:6 tampoco hay nadie entre los hijos de Dios. Existen quienes rechazan la deidad de Jesús porque creen que Jesús es el Arcángel Miguel y un dios con “d” minúscula… una criatura creada. Esas afirmaciones son una contradicción con lo que está escrito en el Antiguo Testamento (la Biblia no se contradice a sí misma). Podemos estudiar Salmos que hemos descrito anteriormente y lo que está escrito en el Nuevo Testamento, como ejemplo, a Pablo, quien bajo el mismo contexto escribió sobre la deidad de Cristo en su carta a los Hebreos.
Hebreos 1:3–5
3 el cual es el resplandor de su gloria y la impronta de su substancia, y sustentando todas las cosas con la palabra de su poder, después de hacer la purificación de los pecados se ha sentado a la diestra de la Majestad en las alturas,
4 llegado a ser tanto superior a los ángeles cuanto el nombre que heredó es más eminente que el de ellos.
5 Pues ¿a cuál de los ángeles dijo (Dios) alguna vez: "Hijo mío eres Tú, hoy te he engendrado"; y también: "Yo seré su Padre, y Él será mi Hijo"?
Entonces, a ninguno de los ángeles, arcángeles u otros seres creados, Dios Padre dijo Tú eres mi Hijo hoy te he engendrado… Por cuanto, en Jesús está la esencia de Dios por eso es mayor que los demás seres angelicales incluido los arcángeles Miguel y Gabriel, y para sostener todas las cosas por la palabra de poder, tiene que ser increado, eterno, omnipresente, omnisciente porque es la representación exacta del Padre. Pero cualquiera podría decir: El texto dice “Hoy te he engendrado”, la palabra hebrea “Yalad” que aquí se traduce como engendrado tiene un contexto de relación entre padre e hijo. Por ejemplo, este mismo contexto se usa a través de la Biblia y podemos hablar del escenario cuando alguien llega a creer en Jesús, justo en ese momento esa persona está siendo engendrada en Dios y eso no quiere decir que esa persona no existió antes, por lo tanto, esta palabra implica relación entre Dios y la preexistencia de un personaje específico y no un ser creado de la nada en el momento exacto.
Teniendo claro el tema anterior, pasemos a la primera epístola de Juan.
1 Juan 5:20
20 Y sabemos que el Hijo de Dios ha venido y nos ha dado entendimiento para que conozcamos al (Dios) verdadero; y estamos en el verdadero, (estando) en su Hijo Jesucristo. Éste es el verdadero Dios y vida eterna.
Aquí, una vez más se describe a Dios Hijo, Jesucristo, como el Dios único y verdadero en esencia, de hecho, a través de él recibimos la vida eterna. En el judaísmo, Dios es el único que puede perdonar los pecados y salvar, nadie más tiene esta autoridad. Pero sabiendo que el Mesías es Dios encarnado, ¿tiene autoridad para salvar y perdonar pecados?
Marcos 2:7–11
7 "¿Cómo habla Éste así? Blasfema. ¿Quién puede perdonar los pecados sino sólo Dios?".
8 Al punto Jesús, conociendo en su espíritu que ellos tenían estos pensamientos dentro de sí, les dijo: "¿Por qué discurrís así en vuestros corazones?
9 ¿Qué es más fácil, decir al paralítico: "Tus pecados te son perdonados", o decirle: "Levántate, toma tu camilla y anda"?
10 ¡Pues bien! para que sepáis que el Hijo del hombre tiene el poder de remitir los pecados, sobre la tierra,
11 —dijo al paralítico—: "te lo digo, levántate, toma tu camilla y vuélvete a tu casa".
Esto nos hace saber que Jesús mismo dijo que tenía autoridad que sólo le corresponde a Dios, y no estaba blasfemando… Él es Dios hecho carne y vino a salvarnos.
Hechos 4:12
12 y no hay salvación en ningún otro. Pues debajo del cielo no hay otro nombre dado a los hombres, por medio del cual podemos salvarnos.”
El nombre hebreo Yeshua (en griego Iesus) proviene de Yehoshua; El nombre Joshua también es una variante corta de Yehoshua que significa “El Señor Salva”, pero en el caso de Yeshua el significado es “El Señor es salvación” por lo que el Arcángel Gabriel dijo: “Llamarás su nombre Yeshua, porque él salvará a su pueblo de sus pecados” (Mateo 1:21)
Sé que aquí hay mucha información para procesar, pero déjame preguntarte: ¿Existe más texto que podamos conciliar y que pueda mostrarnos la realidad de la deidad de Jesús?
En una ocasión Jesús dijo que los Escribas llamaban al Mesías “El hijo de David”, entonces Jesús les dijo que en realidad el Mesías es más que un profeta o un ser humano común y corriente para ser solo un descendiente de David, por eso responde esto en el libro de los Salmos.
Salmo 110:1
1 Salmo de David. Oráculo de Yahvé a mi Señor: “Siéntate a mi diestra, hasta que Yo haga de tus enemigos el escabel de tus pies.”
¿Cuándo citó este Salmo?
Marcos 12:35–37
35 Entonces, Jesús, tomando la palabra, enseñaba en el Templo diciendo: "¿Cómo dicen los escribas que el Cristo es hijo de David?
36 Porque David mismo dijo (inspirado) por el Espíritu Santo: "El Señor dijo a mi Señor: Siéntate a mi diestra, hasta que ponga Yo a tus enemigos por tarima de tus pies".
37 Si David mismo lo llama "Señor", ¿cómo puede entonces ser su hijo?". Y la gente numerosa lo escuchaba con placer.
Cada vez es más evidente que el Mesías es Dios encarnado a través de la persona del Hijo, Jesús es la figura mesiánica de la que habla el Antiguo Testamento.
Es por esto que tenemos que tener cuidado al interpretar las Escrituras porque la falta de conocimiento puede llevarnos a ideas equivocadas, es por eso que algunos grupos de cristianos no han logrado comprender la verdadera persona de Jesús.
Jesús nos advirtió que estemos atentos porque muchos vendrán haciéndose pasar por Él o hablando en su nombre o afirmando cosas diferentes de Él y engañarán a muchos (un ejemplo es el caso de ‘Esa’ en la religión musulmana quien no es el Jesús histórico).
Mateo 24:5
5 Porque muchos vendrán bajo mi nombre, diciendo: "Yo soy el Cristo", y a muchos engañarán.
Tomemos en serio la advertencia de Jesús y profundicemos más en las Escrituras… ¿Qué más dijo sobre el espíritu de engaño que viene?
Mateo 24:9–14
9 "Después os entregarán a la tribulación y os matarán y seréis odiados de todos los pueblos por causa de mi nombre.
10 Entonces se escandalizarán muchos, y mutuamente se traicionarán y se odiarán.
11 Surgirán numerosos falsos profetas, que arrastrarán a muchos al error;
12 y por efecto de los excesos de la iniquidad, la caridad de los más se enfriará.
13 Mas el que perseverare hasta el fin, ese será salvo.
14 Y esta Buena Nueva del Reino será proclamada en el mundo entero, en testimonio a todos los pueblos. Entonces vendrá el fin.
Jesús predijo que se levantarían falsos profetas engañando a la gente tratando de hacer creer a todos que Jesús no es el Mesías ni la Persona del Hijo de Dios. Este es el caso del Islam y su profeta, y otros que están poseídos por el espíritu del Anticristo y niegan la deidad y la filiación de Jesús. Hemos visto a muchos de ellos a lo largo de la historia y tenemos que estar preparados para identificar a los que aún están por llegar.
Sigamos con la evidencia de la deidad de Jesús. Sabemos que Jesús usó para él el título “Hijo del Hombre” (del libro de Daniel), este título fue hecho exclusivamente para el Mesías quien en el Antiguo Testamento actuaba como salvador y redentor de pecados. En el Nuevo Testamento podemos encontrar referencias cuando Jesús dice que tenemos que creer en él si no queremos morir en nuestros pecados y si queremos ser salvos.
Juan 8:24–29
24 Por esto, os dije que moriréis en vuestros pecados. Sí, si no creéis que Yo soy (el Cristo), moriréis en vuestros pecados".
25 Entonces le dijeron: "Pues ¿quién eres?" Respondióles Jesús: "Eso mismo que os digo desde el principio.
26 Tengo mucho que decir y juzgar de vosotros. Pues El que me envió es veraz, y lo que Yo oí a Él, esto es lo que enseño al mundo".
27 Ellos no comprendieron que les estaba hablando del Padre.
28 Jesús les dijo pues: "Cuando hayáis alzado al Hijo del hombre, entonces conoceréis que soy Yo (el Cristo), y que de Mí mismo no hago nada, sino que hablo como mi Padre me enseñó.
29 Y El que me envió, está conmigo. Él no me ha dejado solo, porque Yo hago siempre lo que le agrada".
En diferentes momentos de su ministerio mesiánico, Jesús anunció su sufrimiento, muerte y resurrección y lo podemos encontrar en los evangelios. El acontecimiento especial de la resurrección es lo que separará a Jesús de un ser humano común y también del resto de los profetas.
Marcos 9:12
12 Respondióles: "Elías, en efecto, vendrá primero y lo restaurará todo. Pero ¿cómo está escrito del Hijo del hombre, que debe padecer mucho y ser vilipendiado?
Marcos 9:31
31 porque enseñó esto a sus discípulos: "El Hijo del hombre va a ser entregado en manos de los hombres y lo harán morir; y tres días después de su muerte resucitará".
Marcos 10:33
33 "He aquí que subimos a Jerusalén, y el Hijo del hombre va a ser entregado a los sumos sacerdotes y a los escribas, y lo condenarán a muerte, y lo entregarán a los gentiles;
Jesús también dijo que vino a servir y a dar su vida en rescate por muchos.
Marcos 10:45
45 Porque también el Hijo del hombre no vino para ser servido, sino para servir y dar su vida en rescate por muchos".
La resurrección al tercer día le dio la victoria sobre la muerte y el reino de las tinieblas. La tumba vacía es la mayor evidencia que tenemos de su poder, eternidad y cumplimiento de profecías sobre el Salvador del mundo. Jesús, que está vivo… anunció sobre el futuro establecimiento de su reino eterno, que también ha sido profetizado en el Antiguo Testamento.
Marcos 14:62
62 Jesús respondió: "Yo soy. Y veréis al Hijo del Hombre sentado a la derecha del Poder, y viniendo en las nubes del cielo".
La noche en que Jesús fue arrestado quedó claro que estaba dando su vida voluntariamente para cumplir el plan de salvación para la humanidad… El poder y la autoridad de Dios morando en Jesús nos dio la confirmación de que el nombre de Dios está en él (Éxodo 3: 14) y el poder de Dios se mostró esa noche, cuando Jesús, quien es la Palabra dijo: “Yo soy” y luego los seres creados reaccionaron al poder de la Palabra.
Juan 18:5–6
5 Respondiéronle: "A Jesús el Nazareno". Les dijo: "Soy Yo". Judas, que lo entregaba, estaba allí con ellos.
6 No bien les hubo dicho: "Yo soy", retrocedieron y cayeron en tierra.
No hay duda de que tuvo el poder para evitar su muerte, pero nos amó tanto que dio su vida para salvarnos mediante su sacrificio en la cruz. Por tanto, iremos a la evidencia de la deidad de Jesús después de su muerte.
DESPUÉS DE QUE JESÚS MUERE Y RESUCITA DE ENTRE LOS MUERTOS
Hay muchos relatos de la deidad de Jesús y su ministerio mesiánico a partir del año 30-33 d.C. Por ejemplo, el libro de los Hechos, el primer Mártir (Esteban).
Hechos 7:55–56
55 Mas, lleno del Espíritu Santo y clavando los ojos en el cielo, vió la gloria de Dios y a Jesús de pie a la diestra de Dios,
56 y exclamó: “He aquí que veo los cielos abiertos, y al Hijo del hombre que está de pie a la diestra de Dios.
Antes de continuar con la última parte de esta apologética, creo que es bueno comprender uno de los pasajes más controvertidos de la vida y Crucifixión de Cristo. Éste denota la filiación y la humanidad de Jesús.
Jesús a veces se refiere a su Padre como “Mi Padre y Mi Dios”, cuando Jesús llama al Padre de esa manera, aunque Jesús es la segunda persona en la Deidad, sabe que está en forma de carne, es decir, bajo su condición humana, por lo tanto Dios es el Padre de toda carne. Lo mismo aplica para Jesús, así que en su forma humana lo llama “Dios mío”… Recordemos que Jesús era 100% humano aunque es 100% divinidad, esto significa que el Hijo está sujeto al Padre por su condición humana.
Marcos 15:34
34 Y a la hora nona, Jesús gritó con una voz fuerte: "Eloí, Eloí, ¿lamá sabacthani?", lo que es interpretado: "Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?"
Juan 20:17
17 Jesús le dijo: "No me toques más, porque no he subido todavía al Padre; pero ve a encontrar a mis hermanos, y diles: voy a subir a mi Padre y vuestro Padre, a mi Dios y vuestro Dios".
Esto significa que Jesús recuperará su estado anterior a la encarnación una vez que ascienda al Padre.
¿Pueden los dos versículos anteriores probar que Jesús no es Dios? Absolutamente no. Para entender ese punto, vayamos al momento en que los 12 apóstoles sabían que Jesús era el Mesías, el Hijo del Dios vivo y al momento en que una persona específica lo llamó su Dios.
Juan 20:28–29
28 Tomás respondió y le dijo: "¡Señor mío y Dios mío!"
29 Jesús le dijo: "Porque me has visto, has creído; dichosos los que han creído sin haber visto".
Como podemos ver, Jesús nunca corrigió a Tomás cuando lo llamó Dios. Y en caso de ser una expresión de excitación, los judíos sabían que no pueden usar el nombre de Dios en vano (es un mandamiento)… en ese caso Jesús revocaría a Tomás, pero nunca lo hizo, por eso Jesús aceptó que Tomás le llamara Dios.
Pablo describe a Jesús también como Creador y la representación de la esencia de Dios.
Hebreos 1:2–3
2 en los últimos días nos ha hablado a nosotros en su Hijo, a quien ha constituido heredero de todo y por quien también hizo las edades;
3 el cual es el resplandor de su gloria y la impronta de su substancia, y sustentando todas las cosas con la palabra de su poder, después de hacer la purificación de los pecados se ha sentado a la diestra de la Majestad en las alturas,
Pablo nos dice que Jesús es el Hijo de Dios y también el Mesías en la carta a los Efesios.
Efesios 4:13
13 hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del (pleno) conocimiento del Hijo de Dios, al estado de varón perfecto, alcanzando la estatura propia del Cristo total,
En los versículos 8 y 9 del capítulo 1 de la carta a los Hebreos, Pablo declara a Jesús como Dios aludiendo al Salmo 45:6-7.
Hebreos 1:8–9
8 Mas el Hijo le dice: "Tu trono, oh Dios, por el siglo del siglo; y cetro de rectitud el cetro de tu reino.
9 Amaste la justicia y aborreciste la iniquidad; por eso te ungió, oh Dios, el Dios tuyo con óleo de alegría más que a tus copartícipes".
Otra interpretación errónea que quiero corregir es sobre aquella teoría que Pablo y Pedro nunca llamaron a Jesús como Dios. Aunque puede resultar confuso cuando dicen “el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo”, en realidad están haciendo alusión a la primera y segunda persona de la Deidad, porque la palabra griega que se usa para “Señor” es Kyrios la cual es utilizada para referirse a Dios en el Antiguo Testamento (como fuente puedo nombrar la Septuaginta), por lo tanto, para entender esta forma de saludos tenemos que recordar también lo que Jesús dijo refiriéndose que él y el Padre son uno en esencia.
Juan 10:30
30 Yo y mi Padre somos uno".
La unidad a la que Jesús se refiere aquí es unidad en esencia. Por eso vemos en los siguientes versículos la reacción del pueblo religioso.
Juan 10:33
33 Los judíos le respondieron: "No por obra buena te apedreamos, sino porque blasfemas, y siendo hombre, te haces a Ti mismo Dios".
Jesús afirmaba ser Dios y esta fue una razón para acusarlo de blasfemar, y lo más interesante de que Jesús afirmara ser Dios es que tenía razón. Pablo define la eternidad de Jesús y su obra en el momento de la creación en la carta a los Hebreos en alusión al libro de Salmos 102:25-27.
Hebreos 1:10–12
10 Y también: "Tú, Señor, en el principio fundaste la tierra, y obra de tu mano son los cielos;
11 ellos perecerán, mas Tú permaneces; y todos ellos envejecerán como un vestido;
12 los arrollarás como un manto, como una capa serán mudados. Tú empero eres el mismo y tus años no se acabarán".
Pablo se refirió al Salmo 110:1 cuando escribió a los hebreos.
Hebreos 1:13
13 Y ¿a cuál de los ángeles ha dicho jamás: "Siéntate a mi diestra hasta que Yo ponga a tus enemigos por escabel de tus pies"?
A los filipenses les dijo abiertamente que Jesús existiendo en forma de Dios… se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo…
Filipenses 2:5–11
5 Tened en vuestros corazones los mismos sentimientos que tuvo Cristo Jesús;
6 el cual, siendo su naturaleza la de Dios, no miró como botín el ser igual a Dios,
7 sino que se despojó a sí mismo, tomando la forma de siervo, hecho semejante a los hombres. Y hallándose en la condición de hombre
8 se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de Cruz.
9 Por eso Dios le sobreensalzó y le dió el nombre que es sobre todo nombre,
10 para que toda rodilla en el cielo, en la tierra y debajo de la tierra se doble en el nombre de Jesús,
11 y toda lengua confiese que Jesucristo es Señor, para gloria de Dios Padre.
Las enseñanzas de Pablo y los primeros credos de la Iglesia de Cristo (que se remontan a unos días después de la resurrección) definen a Jesús como Dios el Hijo. La palabra griega “Morphe” que en Filipenses se traduce como “forma” tenía un significado más profundo que es “esencia” – Por lo tanto lo que entendían en aquel tiempo al escuchar las enseñanzas de los apóstoles era: “Jesucristo, que existiendo en esencia de Dios”… Esto significa que nunca dudaron de la deidad de Jesús porque la conocían y fueron enseñados por los apóstoles de esa manera.
Juan se refirió al título de Hijo del Hombre también en el libro del Apocalipsis de Jesucristo
Apocalipsis 1:13
13 y, en medio de los candelabros, alguien como Hijo de hombre, vestido de ropaje talar, y ceñido el pecho con un ceñidor de oro.
Apocalipsis 14:14
14 Y miré y había una nube blanca y sobre la nube uno sentado, semejante a hijo de hombre, que tenía en su cabeza una corona de oro y en su mano una hoz afilada.
Por lo tanto, está claro que los Apóstoles sabían que el Mesías es Jesús, sabían acerca de su filiación, de su deidad y enseñaron a sus discípulos de esta manera. Pero, ¿quién fue el responsable de estas afirmaciones? Necesitamos entender que los apóstoles recibieron estas afirmaciones de Jesús y del Espíritu Santo, recibieron el conocimiento que confirma lo que el Antiguo Testamento predijo sobre la deidad del Mesías.
¿Podemos saber quién creían los primeros cristianos que era Jesús?
Tito define a Jesús como Señor y Dios y podemos encontrar el mismo mensaje también en 2 Pedro.
Tito 2:13
13 aguardando la dichosa esperanza y la aparición de la gloria del gran Dios y Salvador nuestro Jesucristo;
2 Pedro 1:1
1 Simón Pedro, siervo y apóstol de Jesucristo, a los que han alcanzado fe, no menos preciosa que la nuestra, en la justicia de nuestro Dios y Salvador Jesucristo:
El último indicio que podemos encontrar también sobre la deidad de Jesús es que según el judaísmo sólo Dios puede ser adorado, ni siquiera los ángeles del cielo reciben adoración porque la adoración pertenece a Dios (Apocalipsis 19:10), sin embargo, Jesús nunca negó ser adorado por personas.
Mateo 14:33
33 Entonces los que estaban en la barca se prosternaron ante Él diciendo: "Tú eres verdaderamente el Hijo de Dios".
Mateo 28:9
9 Y de repente Jesús les salió al encuentro y les dijo: "¡Salud!" Y ellas, acercándose, se asieron de sus pies y lo adoraron.
Nunca reprendió a la gente por adorarlo y por llamarlo Señor (Kyrios), que es una forma de referirse a Dios.
Juan 9:38
38 Y él repuso: "Creo, Señor", y lo adoró.
Hasta este punto hemos visto a través del Antiguo Testamento y el Nuevo Testamento la seguridad que tenemos de llamar a Jesús el Mesías Dios encarnado. A través de las Escrituras encontramos información que Dios tiene un Hijo, que el Hijo es Dios y aun así son - Un Dios -.
Por tanto, para concluir esta apologética, nos dirigiremos a los acontecimientos en los que Jesús afirmó ser Dios.
Jesús reveló su deidad cada vez que afirmó ser el Mesías e Hijo de Dios, cuando dijo que tiene autoridad para perdonar pecados y cuando afirmó lo siguiente:
“Antes que Abraham existiera, Yo Soy”.
En el evangelio según san Lucas se nos describe que a Jesús le preguntaron si era el Mesías antes de ir a la Cruz.
Lucas 22:67–68
67 diciendo: "Si Tú eres el Cristo, dínoslo". Mas les respondió: "Si os hablo, no me creeréis,
68 y si os pregunto, no me responderéis.
Jesús dijo claramente que él era el Mesías e Hijo (huios) de Aquel que debía ser alabado (eulogetous)
Marcos 14:60–62
60 Entonces, el Sumo Sacerdote, se puso de pie en medio e interrogó a Jesús diciendo: "¿No respondes nada? ¿Qué es lo que éstos atestiguan contra Ti?"
61 Pero Él guardó silencio y nada respondió. De nuevo, el Sumo Sacerdote lo interrogó y le dijo: "¿Eres Tú el Cristo, el Hijo del Bendito?"
62 Jesús respondió: "Yo soy. Y veréis al Hijo del Hombre sentado a la derecha del Poder, y viniendo en las nubes del cielo".
Jesús afirmó ser el Mesías y el Hijo de Dios sentado a la diestra del Padre, prometió que regresará en las nubes del cielo para reunir a sus escogidos (los que creen en él), y esto va a ser cumplido después de un gran tiempo de tribulación, dijo.
Mateo 24:29–31
29 "Inmediatamente después de la tribulación de aquellos días el sol se oscurecerá, y la luna no dará más su fulgor, los astros caerán del cielo, y las potencias de los cielos serán conmovidas.
30 Entonces aparecerá en el cielo la señal del Hijo del Hombre, y entonces se lamentarán todas las tribus de la tierra, y verán al Hijo del Hombre viniendo sobre las nubes del cielo con poder y gloria grande.
31 Y enviará sus ángeles con trompeta de sonido grande, y juntarán a los elegidos de Él de los cuatro vientos, de una extremidad del cielo hasta la otra".
Cuando llegue ese día, él establecerá su reino eterno que no puede ser destruido.
Daniel 7:14
14 Y le fue dado el señorío, la gloria y el reino, y todos los pueblos y naciones y lenguas le sirvieron. Su señorío es un señorío eterno que jamás acabará, y su reino nunca será destruido.
Isaías 9:7
7 Se dilatará su imperio, y de la paz no habrá fin. (Se sentará) sobre el trono de David y sobre su reino, para establecerlo y consolidarlo mediante el juicio y la justicia, desde ahora para siempre jamás. El celo de Yahvé de los ejércitos hará esto.
Conclusión
El Antiguo Testamento dice que YAHVÉ es el único Dios verdadero, el Todopoderoso que se muestra e interactúa con los hombres a través del papel de un YAHVÉ visible llamado entre otros nombres la “palabra de YAHVÉ”.
Dios reveló a través de Sus profetas una figura que es un segundo YAHVÉ al cual se le conoce en el Antiguo Testamento con tantos nombres, por ejemplo, podemos nombrar: El Hijo del Hombre, YO SOY, El Primero y el Último, el Ángel de YAHVÉ, el brazo de YAHVÉ, la palabra de YAHVÉ o YAHVÉ de los Ejércitos a quien también es conocido entre los judíos como el Mesías. El texto define que Dios – Hashem está en el Mesías; Él es Dios encarnado, Él es Adonai Tzidkenu, el Salvador y Redentor del Mundo que se hizo carne y vivió entre los humanos a través de la persona de Yeshua (Jesús de Nazaret), el Hijo de Dios.
Jesús se humilló, vivió su vida en esta tierra en obediencia al Padre, y cumplió su ministerio mesiánico con amor dando su vida en rescate por muchos, aunque era inocente murió crucificado. Pero Dios Padre lo resucitó al tercer día venciendo la muerte y el reino de las tinieblas, por eso sabemos que está vivo y su tumba está vacía. El Antiguo Testamento dice que no hay otro Dios, sólo YAHVÉ, y nadie más salva excepto YAHVÉ. Por eso, Jesús que es coeterno con el Padre, el creador de todo, el que en esencia de Dios vino en forma de carne perdonando los pecados y salvando a los que en él creen, nos reveló al Padre, nos enseñó a seguir sus pasos y arrepentirnos de nuestros pecados para poder entrar al reino de Dios. Su sacrificio restableció el vínculo roto entre Dios y la humanidad y a través de la fe en él recibimos su Espíritu Santo, la justificación, la salvación, el poder de ser llamados hijos e hijas de Dios y heredamos la vida eterna.
Jesús afirmó ser el Mesías y el Hijo de Dios y el Antiguo Testamento reveló suficiente evidencia de que el Mesías es Dios mismo, por lo tanto, la filiación y deidad de Jesús no es un mito o una mala interpretación de las Escrituras… Es un hecho.
Edgar Ramírez - BTh.